LV
Al final del camino,
solo tenemos
las huellas de nuestros pasos
las cenizas de nuestros actos;
el polvo del fracaso.
Mientras se va acumulando
en la retina,
la soledad de la existencia,
la nostalgia de la inexistencia,
y el vacío de la vida;
y nos convertimos
poco a poco
en la memoria de la ausencia,
en el cansancio de las arrugas;
y en el olvido de la nada.
Al final de la vida,
solo nos quedan
las heridas del tiempo,
el silencio de nuestros errores,
y las cicatrices;
de los recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario