XLIII
Hace tiempo que retengo
la distancia de un ayer
que vive en mi presente.
Un rumor de pasos cansinos
y cansados, que siguen la estela
que deja la trashumancia
de mis pies por el pasado.
Sigo quemando mi piel
con tu pensamiento.
Aún recuerdo los ecos
de tu mirada, tus ojos inquietos,
la voz de lo ocurrido,
y el adiós de tu silencio.
Hace tiempo que lamento
tu recuerdo en mi memoria,
la nostalgia de algo inexistente,
los hechos no ocurridos,
y el silencio de tus resonancias,
distanciadas, llenas de vacío.
Hace tiempo que lamento
no tener un recuerdo sin memoria,
ni una memoria,
sin tu recuerdo...