XXII
Rehuyes la mirada
mientras tus palabras
que ahora mencionas,
carecen de vida.
Tus palabras resuenan en mi mente
mientras me mientes
sin decirme lo que sientes,
mientras tu hipocresía, se hace latente.
Y te miro y me miras,
y tu fingida sonrisa
oculta tu mirada
mientras tus palabras
se consumen, lentamente,
en el silencio de tus labios.
Y el destello de tus ojos
se apaga lentamente
mientras el timbre de tu voz
desmiente tus palabras;
mientras tus palabras permanecen;
cuando tu voz se apaga.
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