XXV
La razón se ahoga en la memoria,
y la inconsciente duda
crece sin medida alguna y aumenta,
cuando su ausencia toca mi vida.
La incerteza es convertida
en la única certeza
de todo cuanto me rodea.
Mientras la locura; araña
mi mente y la fisura
ahogando al lamento en la esperanza,
que muere, cuando se presenta
la realidad sin avisar y mata.
Muriendo mis palabras al verla;
corroborando su presencia
el acelerado ritmo que impulsa
a mi corazón, que ahora bombea.
Mientras nuestras miradas se cruzan
en la nada de un todo
sin medida, que mide el tiempo
en suspiros y anhelos que se escapan.
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